Jane Goodall, la legendaria conservacionista y primatóloga que revolucionó nuestra comprensión del mundo animal, ha fallecido a la edad de 91 años. Su muerte, confirmada por el Jane Goodall Institute, marca el fin de una era para la ciencia y el activismo ambiental, pero su legado de empatía y esperanza perdurará para siempre.
Living entre chimpancés en África durante los años 60, Goodall hizo descubrimientos que sacudieron los cimientos de la ciencia. Observó a los chimpancés usar herramientas, tener personalidades distintas y complejas, y mostrar emociones como la alegría y el duelo, comportamientos que hasta entonces se creían exclusivamente humanos.
“Los chimpancés me han enseñado que son tan parecidos a nosotros. Han desdibujado la línea entre humanos y animales”, dijo en una entrevista. Sus hallazgos no solo cambiaron la primatología, sino que nos obligaron a repensar nuestro lugar en el tapiz de la vida.
De la Observación a la Inmersión Total
Su enfoque fue tan revolucionario como sus descubrimientos. En lugar de observar a distancia, Goodall se sumergió en la vida de los chimpancés, dándoles nombres en lugar de números, una práctica que inicialmente le valió críticas de la comunidad científica más rígida. Su trabajo, popularizado por las portadas de National Geographic y documentales, la convirtió en un ícono global.
Una imagen icónica la muestra agachada, extendiendo su mano hacia el bebé chimpancé Flint, un gesto que simboliza su filosofía de conexión y respeto.
Una Voz de Esperanza en Tiempos de Crisis
En sus últimos años, Goodall se transformó en una incansable defensora del medio ambiente, viajando casi 300 días al año, incluso pasados los 90 años, para llevar un mensaje que equilibraba la cruda realidad de la crisis climática con una sincera esperanza en el futuro.
Nombrada Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas y galardonada con los más altos honores de múltiples países, su voz suave pero firme inspiró a millones. “Si quieres llegar a la gente, tienes que llegar al corazón”, dijo en su podcast. “Y al corazón se llega contando historias”.
La Niña que Soñaba con África
Nacida en Londres en 1934, su fascinación por los animales comenzó en la infancia, inspirada por los libros de Tarzán. Su sueño de vivir con animales en África se hizo realidad cuando, sin un título universitario, el famoso antropólogo Louis Leakey le confió la misión de estudiar a los chimpancés en Tanzania.
Jane Goodall no solo fue una científica brillante, fue una narradora que nos enseñó a ver el mundo con otros ojos. Su vida es un recordatorio de que la empatía es la herramienta más poderosa que tenemos.




