El misterio de Jack el Destripador, el asesino en serie más famoso de la historia, ha obsesionado a detectives y entusiastas por más de un siglo. Ahora, la autora Sarah Bax Horton nos ofrece una teoría revolucionaria que no solo le da un nombre al monstruo de Whitechapel, sino que lo vincula a una característica física olvidada: un brazo lesionado.
Un Retrato Detallado del Asesino
En su libro, Descubriendo al verdadero Jack el destripador. El manco que puso de cabeza a Londres, Bax Horton se adentra en los crímenes de 1888 con una perspectiva fresca y meticulosa. Su investigación se basa en los perfiles policiales originales y los testimonios de los testigos de la época, a menudo ignorados o malinterpretados.
La clave de la nueva hipótesis es un hombre, Hyam Hyams, un cigarrero local que padecía de epilepsia y alcoholismo. Bax Horton, cuya familia tiene un vínculo personal con la investigación original (su tatarabuelo fue un sargento de policía en Whitechapel), encontró registros médicos que detallaban que Hyams había sufrido una lesión grave en su brazo izquierdo, dejándolo rígido e incapacitado para extenderlo por completo.
La Evidencia Olvidada
Este detalle físico coincide asombrosamente con las descripciones de varios testigos que vieron al asesino acompañado de sus víctimas. Describían a un hombre de unos 30 años con un andar peculiar (posiblemente por un problema de rodillas, también registrado en sus archivos médicos) y, crucialmente, con un brazo rígido.
El libro es un exhaustivo trabajo de análisis criminal que examina uno a uno los asesinatos de las cinco víctimas canónicas (Polly Nichols, Annie Chapman, Elisabeth Stride, Kate Eddowes y Mary Jane Kelly), además de otros posibles crímenes relacionados. La autora argumenta de manera convincente que las motivaciones del Destripador estaban ligadas al declive físico y mental de Hyams, incluyendo sus ataques epilépticos y el aumento de su violencia después de ellos. La coincidencia entre la escalada de violencia de Hyams en 1888 y la temporalidad de los crímenes es innegable.
¿Un Misterio Resuelto?
Descubriendo al verdadero Jack el Destripador no es solo otro libro que nombra a un sospechoso; es una obra que rescata la evidencia original y la utiliza para desenmascarar al asesino en serie más enigmático. Al estudiar su encarcelamiento y fallecimiento, Bax Horton ofrece un cierre a la historia, sugiriendo que la identidad del monstruo de Whitechapel estuvo a la vista de las autoridades todo el tiempo, oculta en los registros médicos y el perfil policial del “manco que puso de cabeza a Londres”.
Una lectura obligada para cualquier fanático del true crime y de los enigmas históricos.




