Jon Bon Jovi, el icónico líder de la banda Bon Jovi y uno de los grandes sex symbols de los años 80 y 90, ha admitido que ha tenido que “aceptar” el proceso de envejecimiento, revelando que extraña su apariencia de décadas pasadas pero que se niega a recurrir a mejoras cosméticas.
En una sincera entrevista en el podcast “How to Fail”, el cantante de 63 años habló con una franqueza poco común sobre la lucha interna que ha enfrentado con su imagen a lo largo de los años, especialmente con la llegada de las canas.
“Tuve que llegar a un acuerdo con tener el pelo canoso,” explicó. “Cuando los estilistas me ponían tinte, lo odiaba. Así que, hace unos 12 o 13 años, simplemente dije: ‘Al diablo con eso’. No lo haría más, y así tuve que aceptar el envejecimiento.”
Un Ícono que Extraña su Pasado, pero se Niega a las Cirugías
El legendario rockero, cuya imagen adornó las paredes de millones de adolescentes, confesó que ver fotos suyas de ahora no siempre es fácil. “Miro fotos mías ahora y no estoy feliz con ellas. Miro las de cuando tenía 30, 40, 50, y pienso: ‘Sí, preferiría verme así’, pero no es el caso,”* admitió.
A pesar de esta nostalgia, Bon Jovi fue categórico en su rechazo a la cirugía plástica y otros procedimientos para alterar su apariencia, una postura firme en una industria obsesionada con la juventud.
“Nunca me haré una cirugía, mi pelo es canoso y al menos todavía tengo todo mi pelo. No he tenido ninguna cirugía, operación, inyecciones de Botox, retoques en los ojos o en los labios, o lo que sea que se haga en estos días. No me interesa nada de eso, ni lo haría,” sentenció.
“Salud” y “Familia”: La Nueva Medida del Éxito
Al reflexionar sobre las lecciones que ha aprendido con la edad, la estrella de rock señaló a la “salud” como la “clave del universo”, insistiendo en que puede esperar muchos más años de felicidad si cuida su cuerpo.Cuando se le preguntó cómo mide el éxito en la vida a estas alturas, su respuesta se alejó de los discos de platino y los estadios llenos. “No se mide en términos de números. Los números no significan nada, no son relevantes,” afirmó. “Las relaciones, la familia, el legado. No necesariamente en ese orden. La familia obviamente sería lo primero. Mantener a mi familia cuerda y unida sería el número uno.”
