Un día, tomé el volante y ponía fuerza contraria para cambiarme de carril si no colocaba la direccional. En otra ocasión, un vehículo se frenó súbitamente para no chocar; bien recuerdo la primera vez que un control de crucero pudo frenar solo y llegar hasta cero kilómetros por hora y paro total.
El día que entré a una carretera en Estados Unidos y la camioneta hizo todo para cambiarse de carril una vez que puse la direccional y luego me llevó una hora sin que yo interviniera con el volante o los pedales, tan solo me pedía poner atención al camino.
En otra ocasión, no veo espejo retrovisor sino una pantalla en el ángulo que forma la puerta y el parabrisas. Hoy esa tecnología ha llegado a su segunda generación, que es más ergonómica y, sin duda, me encantaría y me adapté a tenerla todos los días, al igual que el espejo interior retrovisor.
Cuando vi la primera pantalla en un auto de lado a lado, pensé a dónde iba ir este mundo automotriz sin relojes de tacómetro o de velocímetro que tanto nos gustaban y ahora he probado una pantalla que más que pantalla es una experiencia virtual.
La tecnología en el Audi A5
Esta semana en el Audi A5 tuve mi primer contacto con la persiana eléctrica de seis segmentos, la cual aísla calor y luz al cerrarla, en tanto que al abrirla se convierte en una ventana al cielo.
Las cámaras direccionales que encienden en la pantalla para ver el punto ciego al querer cambiar de carril sin duda son gran sorpresa en quienes las descubren.
En otras décadas nos sorprendieron los frenos ABS, las bolsas de aíre y muchas de las generaciones hoy vivas no olvidarán la primera vez que nos conectamos por “Bluetooth”, o las primeras computadoras de viaje en panel digital en medio del tablero o los primeros modos de manejo más allá del “Override” de algunas transmisiones.
Si nos vamos un poco más atrás, muchos vehículos asombraron con frenos de disco, poco más atrás con los primeros faros, primeros limpiadores y direccionales, pero de ahí, por ejemplo, a los increíbles faros Matrix led y Oled.
La industria automotriz siempre nos mantiene atentos y siempre nos sorprende, simplemente eso es lo que nos emociona: descubrir lo nuevo, no les platico el primer auto eléctrico que manejé hace más de 25 años.
Hoy cada vehículo nuevo sorprende y si no lo hace queda en el olvido, pero la moraleja es cómo invierte la industria automotriz para siempre ir a la vanguardia en movilidad, pronto un mundo sin accidentes, con manejo autónomo, con la mejor y más eficiente energía para movernos… no lo dude, nos seguirán sorprendiendo. ¿Ya hizo su primera compra por internet desde su auto, que tal la primera actualización de software con costo que le ha otorgado dirección a las ruedas traseras?
La Inteligencia Artificial a su servicio en los vehículos seguramente le sorprenderá pronto, si no es que ya lo hizo. Lo mejor es no perder la capacidad de asombro y la capacidad de valorar lo que nos ha dado la industria.
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